5 mitos o realidades de la igualdad de género

Todas las mujeres pueden tener vidas profesionales exitosas de alto nivel, lidiar con los deberes escolares y de turnarse para llevar a los niños a la escuela, hacer ejercicio todos los días, comer sano todos los días, planear 365 días de comidas para la familia, ir al supermercado, dormir 8 horas cada noche, verse súper increíble, ser una esposa sensacional, trabajar serenamente mientras entretienen a sus hijos, tener al día todas las responsabilidades domésticas, conservar un jardín suculento y viajar por el mundo dando pláticas a expertos de la industria, y además sentirse fresca y radiante, ¿cierto?

Karla Berman, Directora de CPG en Google, inicia su conversación en Advertising Week LATAM con un tono cómico hablando de los abrumantes problemas de género en la fuerza laboral. Aunque las mujeres ocupan mejores puestos que en el pasado, en el ejemplo de este pánel de los últimos 14 años, las mujeres siguen ganando el 80% de lo que ganan sus contrapartes masculinas que ocupan los mismos puestos. Karla señala que nadie querría que su hija o hijo obtuvieran cantidades desiguales de dulces en una fiesta, entonces, ¿por qué la gente se conforma cuando reciben un tratamiento desigual en sus profesiones?

Tras una graduación donde el 50% de las graduandas son mujeres, y usando de ejemplo una agencia digital, más mujeres que hombres comienzan a trabajar en la agencia en el nivel más básico. En comparación con los puestos más altos dentro de la misma agencia, los porcentajes cambian hasta que en el puesto máximo las mujeres solo conforman el 19%. Las mujeres se enfrentan a muchos retos sistémicos que los hombres no tienen que sufrir. Debe haber más conversación sobre estos retos sistémicos y conversaciones sobre los mitos que hacen todavía mayores estos retos.

Mito 1: la diferencia salarial es real

No hay debate. Realmente hay una diferencia salarial. Se puede debatir, hay memes muy graciosos que ridiculizan el tema, pero ninguno de estos intentos por degradar el valor de una mujer hace que la diferencia sea menor. Tenemos que hacernos responsables como mujeres para negociar con más confianza, y los hombres tienen que hacerse responsables de admitir que la diferencia es real. Las mujeres deben poder articular su valor como trabajadoras, de forma concisa y efectiva.

Mito 2: rompe con el sesgo

Todos tienen un sesgo inherente. Se llevó a cabo un famoso estudio con nombres de consejeros universitarios, donde los alumnos preferían el nombre de “Kate” sobre el de “Jamal”, etc. Karla habla sobre cómo todos deben ser honestos sobre su sesgo inherente y trabajar para eliminarlo.

Mito 3: todos necesitamos sentirnos seguros

El 90% de las mujeres dice que solicitaría un puesto junior, mientras que solo el 60% de los hombres lo haría. Solo el 7% de las mujeres dice que negociaría un salario, mientras que el 69% de los hombres dice que lo negociaría. Las mujeres tienen que dejar de excusarse, dejar de “boicotearse” y darse una oportunidad. Toda la gente comete errores, pero las mujeres son más duras con ellas cuando lo hacen.

Mito 4: redes, redes, redes

Los hombres hacen redes: he ahí el cliché de los hombres jugando golf. Por ejemplo, Karla dice: si alguien tiene que hablar sobre derecho, van con alguien que conozcan antes de contratar a un abogado. Si necesitas a alguien en una industria, te acercarías a alguien conocido que ya está establecido, en vez de ir con alguien que no conoces. Karla invita a las mujeres a encontrar más grupos a los que puedan pertenecer, redes para socializar y donde puedan encontrar apoyo. Esto también es un excelente lugar para hallar mentores, patrocinadores o líderes de aspiración.

Mito 5: cuida tu vida personal

El matrimonio, las parejas, la familia. Sin importar cuáles sean tus elecciones de vida personal, las mujeres deben encontrar un equilibro en su vida personal. Los roles de género a la antigüita funcionan para muchas, pero no para todas. Las mujeres deben hacer que su vida personal se adapte a su vida profesional. Si eso significa que papá se quedará en casa, muy bien. Si eso significa que otros miembros de la familia ayudarán, bien también.

Karla invita a todos, sin importar su sexo, a trabajar juntos para alcanzar la igualdad de género. Las gráficas mostradas durante la presentación representaron los grandes logros durante los últimos 14 años y muestran que trabajar juntos pueden marcar una diferencia.